2008- 2010
La feria es un lugar donde el sentido común es primordial, cada trabajo obedece a una explicación lógica, ya sea, la de mover un camión para facilitar el acceso de mercadería, distribuir las frutas y verduras en forma separada, contar con un acceso al puesto de trabajo permitiendo salir y entrar, así desplazarse sin dificultad y atender de la mejor forma al cliente. Cuando pensamos en entrar con un ejercicio artístico en la feria, inmediatamente pensamos en los feriantes, quizá en la reacción de ellos frente a algo que no tendrán la intención de tomar en cuenta por parecer ajeno a su demanda lógica. Con suerte será atendido por algunos curiosos, sin llegar a pasar de la anécdota de haber visto algo distinto a la norma.
Surge la pregunta, entonces, por el qué hacer artístico. Cómo, de acuerdo al lugar en que se trabaja, podemos entrar de forma normal, para que el arte deje de ser una causa fuera del sentido común, deje de ocupar el lugar de lo raro, lo extraño y todos los calificativos que apunten a la marginalidad de esta actividad.
Para responder a esta pregunta no hay como el ejercicio, por ello es necesario el acercamiento al lugar, el relacionarse con las personas, con sus costumbres y dichos.
Pues bien, de esta manera es como nacen los proyectos que presentaré a continuación, los cuales tratan mediante el área de las artes, conformar una relación, un diálogo con la gente que habita la Feria del Estero Marga- Marga, de Viña del Mar.
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